FACT CHECKING EN LA PRENSA PERUANA
- Sheilla J. Melchor
- 2 abr 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 3 abr 2024
El fact checking o verificación de datos es un término que ha cobrado importancia en los últimos años, y es que con la digitalización de los medios de comunicación y la masificación de las redes sociales la información se encuentra mucho más al alcance de los usuarios. Este problema se evidenció a inicios de la pandemia ocasionada por la Covid-19, ya que según la Organización Mundial de la Salud solo durante marzo del 2020 se registraron un promedio de 550 tuits acerca de información falsa sobre el coronavirus.
Este problema ya había sido advertido por el Instituto Tecnológico de Massachusetts dos años antes y reflejaba que el 70% de contenido falso recibe mayor difusión que uno verídico.
Y aunque la verificación de fuentes es una tarea conocida para los periodistas y medios de comunicación hoy en día se tiene que luchar contra la velocidad con las que estas se masifican sin ser contrastadas.
Como periodistas tenemos la obligación de verificar que cualquier dato que se comparta haya sido correctamente validado, es una de las premisas del periodismo informar con la verdad. Caso contrario se estaría desinformado a la población, muchos incurren en este error por el simple hecho de que su medio tenga la primicia del día. Pero esto no es más que desinformar a la población, estos actos pueden ocasionar que el medio pierda credibilidad, sea señalado de poco serio e incluso tenga problemas legales.
Fake news en nuestra política:
Como es de conocimiento público entre diciembre del 2022 y enero del 2023 nuestro país vivió una etapa convulsionada tras la salida del expresidente Pedro Castillo. Miles de peruanos salieron a las calles a reclamar entre otras cosas la renuncia de su sucesora Dina Boluarte. Sin embargo, ante su permanencia en el cargo la situación se radicalizó en diversas regiones de nuestro país dejando como saldo 52 fallecidos, de los cuales 28 de ellos murieron presuntamente a causa de disparos efectuados por la Policía Nacional y el Ejército.
Ante este hecho la Fiscalía de la Nación investiga a la presidenta Dina Boluarte y a Alberto Otarola (el entonces Ministro de Defensa), por presunto delitos de genocidio, homicidio calificado y lesiones graves efectuados durante las manifestaciones. Pero la polémica acerca de esta investigación se dio en un mensaje a la Nación dado por la mandataria el pasado 13 de enero donde incurrió en una variedad de fake news en su discurso.
Dina Boluarte aseguró en su mensaje que la muerte de los manifestantes la habían ocasionado otros manifestantes, asegurando que el tipo de proyectil encontrado en los cuerpos de las víctimas no pertenecían a las Fuerzas Armadas ni a la PNP. Asimismo aseguro que tenían información de fuentes confiables que los letales proyectiles habían ingresado por el sur a nuestro país, sin embargo eso nunca se probó y sus fuentes no fueron reveladas.
Finalmente acusó a los manifestantes de haber asesinados perros y caballos, lanzándolos desde los puentes y comparando estos hechos con actos subversivos de los 80s. Sin embargo se comprobó que aquellos actos mencionados no fueron realizados durante las protestas sino que fueron un hecho aislado orquestado por otras personas.
Por su parte Alberto Otárola también hizo lo propio indicando que el grupo boliviano denominado “ponchos rojos” habían introducido en nuestro territorio balas “dum dum” las que aseveró eran las que habían encontrado en los cuerpos de las víctimas. Declaraciones que este grupo aymara negó categóricamente al poco tiempo.
Como vemos la verificación de datos no solo afecta a los medios de comunicación sino también a la política ya que según señala Lilian Kanashiro, investigadora en Ciencias Sociales de la Universidad de Lima este tipo de desinformación constante incide negativamente en la democracia y genera la sensación de rechazo, injusticia e indignación en la población
¿ Cómo afrontan esta epidemia los medios de comunicación?
El fact checking no es una tarea sencilla pero si necesaria en especial para un medio de comunicación, por ello existen diversos mecanismos y plataformas para luchar contra el mar de datos falsos que llegan a sus redacciones.
En nuestro país por citar el ejemplo de La República quienes cuentan con La unidad de verificación de datos “Verificador” que se ocupa de elaborar artículos basados en las técnicas de verificación de datos (fact-checking) y el la desacreditación de virales falsos (debunking).
Pero ¿cómo funciona? El primer paso es seleccionar una declaración que sea sospechosa y que desde luego tenga relevancia. El segundo paso es si el contenido tiene impacto negativo en las personas, en temas de decisiones políticas, salud o integridad. De esta manera el “Verificador” procede a buscar los datos en internet, que debe incluir fuentes, datos abiertos, documentos en línea, nombres y fecha de los artículos. https://larepublica.pe/verificador
Las verificaciones de imágenes de realizan mediante la llamada búsqueda inversa en portales como Google, Yandex y Tin Eye y para los videos se recurre a inVid. Luego de todo ese proceso se define si la información el cierta, falsa, imprecisa o engañosa. Estas dos últimas concluyen que la información es insostenible o que no hay elementos suficientes para calificarla como cierta ni falsa, o que se genera a partir de elementos ciertos para sostener una conclusión que no coincide con la realidad.
Finalmente debemos concluir que los medios de comunicación están expuesto a noticias engañosas y falsas por lo que el fact checking ha cobrado mayor relevancia para la labor. Por ende nuevas herramientas han surgido para realizar esta tarea con mayor exactitud.

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