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LA POLÍTICA NUESTRA DE CADA DÍA

  • Foto del escritor: Sheilla J. Melchor
    Sheilla J. Melchor
  • 9 jun 2023
  • 3 Min. de lectura

El país afronta una crisis generalizada. El peruano de a pie vive pensando en que comerá al día siguiente y como sobrevivir a la delincuencia. Y en este panorama una de las cosas que menos le interesa al ciudadano, es la política. Porque en la percepción de los peruano si hay algo que daña al país, es la corrupción. Por ello viven de espaldas a la política. No confía en ella, están decepcionados, no se sienten representado por los políticos o simplemente no les interesa el tema.





Para muestra un botón. El pasado 2 de octubre se realizaron en nuestro país las elecciones municipales y regionales, pero más allá del ajustado resultado que se dio lo que realmente llamó la atención fue la gran ausencia de electores. Solo en Lima, según cifras de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) el 21.393% de los ciudadanos habilitados para sufragar no acudió a hacerlo. Poco o nada importó las diversas sanciones económicas impuestas por incumplir este deber.


Según indica Fernando Tuesta, exjefe de la ONPE, “las elecciones no despiertan interés”. El ausentismo del 33% en distritos de clase media de Lima y 50% en el interior del país refuerzan esta teoría.


Este panorama refleja una realidad que no es nueva, y es que en las últimas décadas la corrupción se ha visibilizado con más fuerza que los peruanos están completamente decepcionados de la clase política y cansados de los escándalo de corrupción. Porque no importa el contexto, ni que presidente este al mando del país, la crisis política siempre están a la orden del día.


Y es que el país es asaltado a diario por nuevos escándalos políticos. Los cuales no pararon ni con la pandemia. Recordemos el caso del “vacunagate” donde el expresidente Martín Vizcarra y su entorno se vacunaron de manera irregular contra la Covid-19. Este hecho según el analista político, Gonzalo Banda Lazarte, incrementó el desinterés colectivo hacia la política. Porque si los peruanos ya estaban hastiados de la clase política y sus hazañas este escándalo en particular aumentó el rechazo hacia ellos.


Con el actual gobierno las cosas no han cambiado, el presidente Pedro Castillo está permanentemente envuelto en denuncias constitucionales. Logrando decepcionar a un gran número de sus electores.


Para la politóloga Kathy Zegarra, estas malas experiencias hacen que los peruanos perciban a los políticos como ineficientes y mentirosos. Por ello se incrementa la falta de confianza en las autoridades, y es normal que el peruano hoy en día esté más preocupado por sobrevivir a la crisis económica antes que por el escenario político, ya que no percibe de este el mínimo interés por ayudarles a salir de esta situación.


Otro factor que destacan especialistas como Adriana Urrutia, de la Asociación Civil Transparencia, es la ausencia de liderazgo político. Muchas veces hemos visto la división entre los propios partidos políticos, esto hace que las personas no confíen en su capacidad de liderazgo, dudando de su capacidad para solucionar las crisis por las que afronta el país.


Sin duda el desinterés de la población hacia la política preocupa. Y aunque existan muchas razones justificables para ello, es importante que las cosas empiecen a cambiar. Los peruanos debemos ser más conscientes al momento de elegir a nuestros representantes, hacerlo con responsabilidad.


Pero además hay que hacerles saber que ellos tiene la capacidad de denunciar cualquier acto de corrupción por más mínimo que parezca y exigir que las autoridades cumplan con lo que prometen y no solo se sirvan del pueblo. Hacer que los ciudadanos se sientan más incluidos en la escena política es fundamental, lograr que tengan una participación mucho más activa y cercana con sus autoridades.

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