SICARIATO EN EL PERÚ: UN CÁNCER QUE SE EXTIENDE
- Sheilla J. Melchor
- 9 jun 2023
- 2 Min. de lectura

Nuestro país se ha visto envuelto en los últimos años en una serie de hechos violentos. Robos, secuestros, asaltos a mano armada y feminicidios acaparan los titulares de todos los medios.
Pero sin duda, uno de los fenómenos delincuenciales que va en ascenso y se apodera de nuestras calles, es el sicariato. Los asesinatos a sueldo son la nueva modalidad delictiva que tiñe nuestra ciudad de sangre y que presenta mayor incidencia en el Callao y en la zona norte de Lima. Solo el año pasado se registraron 219 muertes de este tipo.
Todos los días sentimos la inseguridad ciudadana. Ese constante temor a ser víctimas del hampa. Hace solo unas semanas un nuevo caso de muerte por encargo se registró en el primer puerto chalaco. Un mototaxista recibió tres balazos en un callejón, según reveló la policía dos hombres que lo habían maniatado fueron los responsables de tan repudiable acto. Así de peligrosas se han vueltos las calles, los asesinos a sueldo disparan sin piedad y a quemarropa delante de cámaras de seguridad, a plena luz del día, en calles principales y con testigos. Estos delincuentes no le tienen miedo a nada.
Todos podríamos deducir que el sicariato está asociado al crimen organizado, bandas dedicadas a extorsión, narcotráficos, minería, entre otros. Sin embargo, en los últimos años es más frecuente en el ámbito de la delincuencia común. Y por si esto no fuera de por si algo escalofriante, lo más reciente es el sicariato juvenil. Jóvenes menores de edad que están dispuestos a jalar el gatillo y acabar con la vida de una persona por solo 200 soles e incluso menos. Y los ciudadanos nos preguntamos, ¿qué hacen nuestras autoridades? Desde el año 2015 este delito es penado con la privación de la libertad no menor de veinticinco años. Además, el noviembre del año pasado se presentó un proyecto de ley que plantea que los delincuentes menores de 18 años y mayores de 16 sean juzgados como adultos. Esta propuesta busca reducir el índice de criminalidad, sin embargo, algunos especialistas aseguran que esto no cambiaría nada. Que hay que atacar la raíz del problema.
Con el regreso a la normalidad, la ola de crímenes se incrementó, y va dejando a su paso familias desconsoladas, testigos atemorizados y los ciudadanos se siente desamparados. Ya que muchas veces estos casos no pasan de una portada de diario, las investigaciones no prosperan, los culpables no son arrestados y la justicia no llega para las víctimas y deudos. Hay una necesidad de incrementar mayor cantidad de policías en las calles, debidamente equipados, que realicen un trabajo de inteligencia a nivel nacional. Ya que el trabajo que se ha venido realizando hasta la fecha no ha arrojado resultados. El sicariato es un fenómeno que afecta de manera importante el orden y la tranquilidad de las comunidades y requiere ser resuelta de manera inmediata. Algunas ciudades del Perú han sido declaradas en emergencia a fin de combatir este cáncer. Pero la respuesta no es solo sancionar, sino prevenir. Y estas acciones deben ser realizadas de manera multisectorial para tranquilidad de todos los peruanos
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